Soy una persona llena de dolor. El odio tan guardado hicieron de mí algo que no soy capaz. Intenté tantas veces escapar y al intentar otra vez no vale la pena... Nadie comprende esta herida que busca una salida sin lamentar felicidad. Mi cara es una fotografía gastada y a la vez desilusionada de tanto ver esas lágrimas que siempre retocan el momento ideal.
El mundo está hecho de risas infinitas que se alimentan de ironías, nadie suele llamarlo ''mentiras''.-

(aunque sangramos de modo constante,
fingimos asumir todo de manera distinta.)

Afinidad infinita

Ahora solo me queda dormir y ver obras maestras,
recordando sucesos trabados en el tiempo.
Cuerpos muertos, manos vacías,
¿Donde está todo eso que te llevaste?

Miraba a lo lejos del universo (entre las sombras),
una brisa que envolvía a mi cuerpo en llamas.
Envolviéndome en rojo, volviendo a mis principios,
quemando cada uno de tus respiros que posaron sobre mi piel.

Agonizante momento en el que te puedo ver.
Tus palabras dibujan momentos.
¿Y si te digo que todo esto nunca sucedió?,
¿y si te demuestro que tal vez enloquecimos?

Una explosión de emoción en tu corazón podrido,
un desgarro constante en tu tímido semblante.
¿Me ves a mí? Estoy hermosa como siempre.
Tus celos esta vez no pueden matarme.

Recuperemos la escultura de lo perfecto,
porque naceremos en la deformidad del futuro.
Todo será un metal demasiado extraño,
y nosotros: ''Cuerpos descompuestos tele transportados''.

Yo sé que hace mucho tiempo éramos un amor perfecto,
ahora cerebros compactos embotellados
para una nueva investigación de sentimientos,
pero dentro de todo siempre seremos nosotros.

Y me desconectaran por miles de años muertos,
y te quedarás recordando todo en un pestañear de ojos,
construirán una armadura para no pensar de nuevo,
tierra, mar y cielo.

 

Pienso en vos.

 
Me sorprende.
Hasta aún cuando te vi por primera vez nada parecía atraerme. Algo en mi interior, en la automática búsqueda del ser humano por encontrar amor estaba completamente resignado. 

Ya veía raíces en mis pies, ramas en vez de manos, hojas entre mi cabello descuidado... solo faltaba la extraña alteración de mi sangre a cambio de sabia. Todo me daba lo mismo aunque no mucho ha cambiado igual. Pues sigo siendo la que no tiene algo interesante que comentar, todavía me pierdo entre mis desorbitados pensamientos y a cambio de esto a la gente le causa gracia como mi mente se pierde con facilidad. Sigo siendo la que escucha, observa, especula, supone, analiza y arma así las historias de los demás.

Todavía estoy reservada, pero aunque también sigo seria, me encuentro cada vez mas apasionada... por lo que hago, por lo que soy.... por la magia que conservo en mis manos. Por todas estas cosas, en los detalles menos tentadores a llamar la atención, de ahí se abraza mi inspiración y de aquí me da la sensación de hablar con libertad.

Yo vi algo en vos. En una noche, con una sonrisa en la meta de la más imposible posibilidad de que logres un terremoto en mi mundo, De que me tomes fuertemente con dulzura y me tires al centro del huracán. En una noche me transmitías seguridad, me regalaste un espacio. Solo imaginaba tu beneplácito beso en mi mejilla  mientras Tu sinceridad me pidió serena que sea como soy.... En una noche me dejaste fascinada. Tu sonrisa derribo mis absurdos juicios. Tu ternura (codicia por este mundo) me transmitió calma.

Había chocolate en tus manos, un cigarrillo coqueteando con tus labios y entre las dos, el escalofrío que convenció que nada podían hacer nuestros abrigos. En una noche de mañana, en un banco, con tu cuello protegido del frío, me dejaste enamorada y esperando nerviosa y desesperada el momento adecuado para decirlo.

Soledad, todo esta bien.

Soy un ser inerte a las sensaciones,
no tengo sueños, no logro descubrir aventuras.
Perdí el sentimiento exacto de un beso.
No pienso en todo lo que arriesgué,
mas di lo poco que tenía por un instante de vida.
Es locura, un posible alimento insano.

Pienso y me expreso ocultando evidencias
dejando la paradoja de lo que me controla y descontrola la vida
en los ojos de quien me ve.
Soy un ser de pocas palabras.
El semblante frío, los ojos farsantes,
apáticos, mentirosos e indolentes que le han roto el corazón
más veces de lo que acostumbra a olvidar.

Mi ceño parece acumular una angustia olvidada
esperando ser abrazada por alguien más…
más aún no desespero por el dolor
por que ya no acostumbro a contaminar el alma.

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Pasaron demasiados días y la espera es cada vez más larga. El silencio brota y en las noches pierdo el control sobre mi vida. A veces siento un poco de alegría que tratan de contagiarme los demás ya de tan cansados que están de verme la cara llena de lágrimas.

Son cortos y contados los momentos pero inevitables y eternos los recuerdos.