Por el circuito, en la ruta desviada del planeta, un conjunto de sonidos articulados gritan incoherencias: Es murmullo, es ruido, explosión y golpe. Es un desterrado grupo de estrellas separando su carne dorada entre sí. Se frotan, se acuchillan, sus preciadas puntas se gastan y con el roce de algunas generan polvo, y es una vida sin sentido que ya cae hacia la tierra. Tal vez por eso somos un par de bultos raros o cuerpos envenenados. Y es porque estamos ocultados en la ignorancia a través de la distancia entre la galaxia y nuestro inculcado pánico general. ¿Tenemos miedo de aceptarnos? Nos da escalofríos dirigirnos hacia la verdad. Hijos de la naturaleza, huérfanos de nuestro respeto.
No podremos albergar en un vientre, no podremos refugiarnos en un pecho, no conseguiremos el consuelo, aliviar la aflicción de sentirnos iguales y a la vez tan diferentes.
Somos reacción, una acción, un capricho oponente. Somos miradas radicales, cuerpos radioactivos, corazones desteñidos o simplemente por la histeria…, polvo de un par de complicadas estrellas.
No podremos albergar en un vientre, no podremos refugiarnos en un pecho, no conseguiremos el consuelo, aliviar la aflicción de sentirnos iguales y a la vez tan diferentes.
Somos reacción, una acción, un capricho oponente. Somos miradas radicales, cuerpos radioactivos, corazones desteñidos o simplemente por la histeria…, polvo de un par de complicadas estrellas.
♪ ♫ Somos polvos de estrellas girando en los torbellinos del infinito ♫ ♪
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